Al igual, la vida cotidiana sufre interferencias de algo que se me escapa pero que ya está trazado. En concreto yo suelo percibirlo a rachas temporales y ahora vuelvo a estar sumergida en una.
Será porque los planetas se hayan alineado o algo así ya que no comprendo la relación interna entre los hechos que sucederán y las advertencias ( entiéndase no como algo obligatoriamente negativo sino de la raíz inglesa “advertisement”: anuncio).
La mayoría me arrancan una risa sarcástica, incluso de complicidad con … nadie porque tienen una chispa loable, es inevitable. Cuando son inocentes gustan, pero cuando se repiten o son trascendentales ya asustan.
La población en general no sé si capta estas advertencias, pero sí que sé de un porcentaje que las ha vivido últimamente. Quizá yo tenga una parabólica y un radar incorporado y por ello sea capaz de atraerlas.
Acostumbrarme no puedo, siempre son Sorpresa pero ya los ha adoptado como un plus característico de la vida. Los hechos anunciados y luego acontecidos merecerían ser anotados en una libreta clasificando a modo tabla: interferencia-acción pero dos cosas que me lo impiden: el problema de convertirse en una locura-obsesión (tipo peli) y que sólo pueden ser anotados después de suceder el hecho ya que la interferencia no se puede reconocer de otra forma.
No pondré ejemplos esperando que se entienda con estos datos. Ya no utilizo la palabra casualidad porque sé que no lo es y tiene que ser Así.