Llámesele como se desee, pero eso sí, que se trate de música (que no todo lo que suena lo es).
Extraños son los momentos en los que no tengo el reproductor de mi cabeza, el del mp4 o el ordenador en “play”.
Yo no soy, es la música que me persigue ( que no deje de hacerlo por favor ).
Siempre ameniza mis momentos rollazo, durante la clase de materiales o en el bus y metro cuando no dispongo de compañía.
Y sí, que lo compruebe quien no lo crea, pero como si de magia se tratara al enchufar el mp4 el resto del mundo parece escuchar también; la música posee el ambiente, todos caen rendidos cuando suena.
Y si no, por qué se mueven al ritmo de la música?, marcan el compás, cada tiempo, cada sonido lleva ligado su movimiento correspondiente.
Es la música la que amansa a las fieras, o bien las desata.
Hay un momento para cada canción y una canción adecuada para cada momento.
Es magia.
No hay palabra que describa lo que se siente al emitir una nota.
Tú te vuelves música cuando tus dedos pulsan las teclas. Fluyes, te llena cada sonido, te invaden las ondas.
Por un instante has abandonado este mundo, has entrado en otra dimensión más perfecta y más real.
Ya no puedes ser el mismo, porque has sido música.
El primer acorde que tocas es perfecto, la 1ª canción gloria.
La música lo es todo, si nunca has sido música, lo siento, pero no eres.
Eso sí, la música es música, no se ve, no lo olvides nunca.
No deberíamos saber si el que canta es negro, o si el que toca es un sex simbol, hay que saber discernir las cosas. Estas confusiones perjudican a la música, son una de las consecuencias negativas que tienen los medios de comunicación: a la vez que la impulsan la hunden. Hay demasiadas víboras/os sueltos que la prostituyen… pero ya hablaré de esto en otra ocasión que me pongo de mal humor…
Siempre lo pienso: cuántas melodías se habrán perdido en el tiempo? Belleza que no podrá repetirse jamás… Cuántos recuerdos! no puedo evitar ponerme nostálgica…
La música te habla, cada nota es más que una palabra, y tiene la ventaja de ser un idioma universal.
Sentirla es tan fácil como dejarse llevar. Componer es otro cuento, y felicito a quien sea capaz de extraer de su cabecita y plasmar en un pedazo de papel las canciones que en ella retumban sin alterarlas. Bravo! Que me enseñe el truco…
Y podría continuar así mucho rato, pero creo q por hoy ya he sido suficientemente cansina. Espero haber transmitido al menos la mitad de la mitad de mi amor hacia la Música.
A partir de ahora voy a ser buena y así los Reyes me traerán seguro un piano.
Eres digno de una Oda, pero no doy pa tanto...
