dissabte, 21 de novembre del 2009

Coherentemente Inconsecuente


No me gusta decidir, no es ningún misterio
Because Change Happenz no soy partidaria de atarme a una opción pudiendo tener varios caminos que llevar a la vez.
Demasiadas cosas tienen que ser elegidas por obligación como para ir eligiendo por gusto.
Pues bien, va y elijo actuar de modo X y, ya que elijo, me propongo ser consecuente, pero No me dejan.
Solo consigo ser Coherentemente Inconsecuente.
Hay una fuerza exterior que no me deja reconvertirme. Ya te vale fuerza exterior. No me gustan estos bucles.
Y es así, que entrando en la mente del enemigo me quedé atrapada.
Técnicamente no lo estoy, nadie me ha cerrado bajo llave y se ha marchado, luego no voy a admitir en su totalidad el hecho de haberme convertido al mundo de las moñerías.
Aunque como todo las moñerías siempre han tenido sus momentos, éstas no son nada que me caracterice. Y, es más, parece que han llegado para quedarse un rato ya que en mí han coexistido moñez-feliz, moñez-plasta, moñez-inflamable, moñez-agresiva...
La experiencia, en estos casos, hace que me dirija hacia mi subconsciente y le pregunte : ¿Qué andas preparándome? Porque no me fío ni un pelo de por dónde voy a salir.
Quizás la faceta más agresiva ponga fin a un ciclo inusual de tontería.



LISTEN TO : No surprises Radiohead

3 ocurrencia(s):

Laia ha dit...

El haber decidido no decidir hace un tiempo me ha llevado a mi estado actual, es decir: a tener los bolsillos llenos de arena hasta los topes...
Lo que quiero decir es que no decidir a veces es la mejor opción. Y esto lo defenderé siempre ¡siempre!


(Tengo cosas que contarte :D)


oryna

Tróspida ha dit...

ESE GATO ES MIO!!! Pero mira que nos gusta copiar... Uhhh arena!!

Y mi palabra secreta es fugarz, que claramente quiere decir que te pires de la mente de tu enemigo, de los bucles y de todo Blan, nada de ofuscaciones como las de esta mañana (que por cierto,¿por que no estas aqui?

Miguel V.G. ha dit...

Tomar decisiones. Marcar el camino. Tener cojones. Son buenos valores.

El Poeta de la Bragueta,
Wacky