dilluns, 27 d’octubre del 2008

1984

Sí, vivimos en la sociedad de la información.
Con un solo clic podemos acceder a multitud de datos fuentes y bla bla…
En su mayoría información vacua o bien inconexa, desorientada, del tipo que ya no se almacena pero nos ralentiza el procesador cerebral.
En esta sociedad tan fantástica somos ahora más que nunca miserables números o quizá ni eso. Sin derecho a privacidad, insignificantes, ratones de laboratorio para investigar.
Vamos dejando nuestro rastro por doquier: vía internet o por la calle grabados por las miles de cámaras ocultas y no que descubrimos hasta en los lugares más insospechados.
Qué pensaría Orwell si nos viera ahora?
Por el dinero de plástico saben qué compramos, quienes lo compramos, dónde, cuándo, ergo es fácil deducir el por qué.
Con los GPS nos localizan, con la informatización de todo, las fotos, los datos personales… se convierten automáticamente en públicos. Hasta los bonos del autobús irán con código de barras en breve.
Temblad famosos, famosillos y tipos importantes porque ya se comercializan cámaras que te desnudan al instante. Bravo! Podemos seguir degenerando todavía más.

Me gustaría saber cómo son los que mueven los hilos del mundo. Bueno ya sé que son maquiavélicas e inteligentes mentes, pero ya les vale.
Si pretenden reírse del mundo, lo consiguen, efectivamente, si tienen previsto reventar el planeta están cumpliendo el objetivo. Si quieren enriquecerse podrían parar un poco porque digo yo que dará igual tener varios ceros más en la cuenta cuando ya se poseen cifras astronómicas. Supongo que verán más interesante tener el poder del mundo en su propia mano.

Ah, sí que no se me olvide, yo escribía todo este rollo con el fin de recalcar que no sólo nos dicen lo que tenemos que hacer y lo que no, sino que borrar información del mapa es una tarea bastante común. Con dinero todo se puede y si no decidme por qué no hay más que una página web que contenga el logotipo antiguo de Iberdrola. No hago más que buscarlo y Cero información. Entiendo que interesa cambiar la imagen de cualquier empresa con objetivo de mejorarla cara al público, pero no se conforman con que les vean renovadamente renovables, sustituyendo un logo por otro más comercial y atractivo. Tienen que manipularlo todo para que el antiguo logo azul sólo quede en los olvidados recibos de luz de hace unos años.
Quién se acuerda de Retevisión o Airtel?
Si mueven cimientos por hacer desaparecer una imagen casi prefiero no saber lo que harán con las personas.


dijous, 9 d’octubre del 2008

Era y punto

Los numerosos líos en los que me he metido yo solita corroboran mi deficiente memoria fotográfica relacionando caras.
Si fuera policía de los que buscan fugitivos sé que sería capaz de estar tomando un café con mi objetivo sin plantarme que algo raro está sucediendo.

Aunque prefiero excusarme en el factor genético como causante de mi despiste, sospecho que vivir en un plano paralelo influye seriamente. En circunstancias normales puedo saludar a gente que creo que es sin serlo, no saludar a gente que evidentemente sí era quien no pensé. Por eso cuando reconozco y acierto a alguien en un sitio que no es frecuente encontrarle me lleno de orgullo y satisfacción por mi hazaña. Ahora sí, me molesta cantidad, osease infinito elevado a la quinta potencia identificar a alguien pero no saber de dónde ha salido.

Hace cosa de una semana tuve sentado enfrente durante media hora en el autobús a un chico rubio, media melena, una mirada… bueno que encima su cara me sonaba demasiado, pero de qué?!?. Era el momento, sólo debía de identificarle y con la información jugar mis cartas. Cuanto más le miraba, más me sonaba. No era del cole, ni del poli ni de tarongers, ni de Tavernes ni del barrio ni amigo de mis amigos Agrrr, y (cuando mi cabeza ya humeaba), sin más abandonó del bus y a mí dentro con mi desesperante mala memoria.
Señores, mi cerebro ha estado escaseándose sin tregua durante más de siete días con resultados nulos, hasta que (aunque demasiado tarde) por fin! Mientras ponía en su sitio mi música le he visto ahí, mirándome.
Bueno, sé que no es posible que fuera Kurt Cobain pero seguro Seguro que era un hijo perdido que tuvo el cantante de Nirvana cuando probablemente visitó Valencia calculo que hace unos veintipocos años.

Supongo que he vuelto a perder mi credibilidad, pero yo sé que esta vez no me he equivocado XDDD.





Dedicado al Kurt Cobain de la Calle Sagunto