Un soleado y alegre día de finales del mes de julio, la hija mayor de esta manera habló a sus padres:
- Papá, mamá, dónde iremos de vacaciones este año?
Al oír esto, padre y madre se quedaron estupefactos. A ningún sitio podían ir puesto que de dinero carecían para gozar de las vacaciones veraniegas.
- Hija mía, este año no podemos ir a ningún sitio. Nos quedaremos en casa.
La hija pequeña quedose pensativa, mas no triste, y tras varios segundos meditando dijo a todos:
- Oídme familia, creo que tengo la solución.
Y todos escucharon a la pequeña.
- Y a sé dónde nos podemos ir de vacaciones!, podemos irnos al país borroso.
- País borroso? De qué estás hablando?
Y la pequeña dijo algo que a todos dejó perplejos:
- Para ir al país borroso solamente tenemos que quitarnos las gafas, y así pasaremos unas vacaciones de un mes en un lugar distinto a éste.
Y eso hicieron.
Uno a uno quitáronse todos las gafas.
Durante un mes la familia miope viajó a otro lugar, a un maravilloso país donde las cosas dejaron de tener la rigidez de lo nítido: donde las estrellas no eran puntos exactos sino preciosas bolas de algodón difuminado. Un país donde los muebles estaban rodeados de una fantástica cortina difusa, donde las luces de los semáforos se mezclaban entre sí creando nuevos colores.
- Qué país más hermoso querida familia.
Un país donde uno podía jugar a adivinar la persona que tenía en frente. Donde había casi que tocarse para poder reconocerse.
Y fueron las mejores vacaciones que jamás tuvo esa familia.
Al terminar el mes de agosto volvieron a ponerse todos las gafas porque, así es la vida, hay que volver a la dura realidad.
Y colorín colorado este cuento para Ulises ha terminado.
2 ocurrencia(s):
El truco es encontrar los puntos que son borrosos por sí mismos en la nítida realidad.
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Y a falta de pan...
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Un abrazo blanche¡'¡'
¡Yo quiero ir allí!
nomesi
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