diumenge, 3 de maig del 2009

Caprichos

Me despierto temprano pese a las pocas horas dedicadas al sueño con una canción resonando en mi cabeza. Curioso.
La recuerdo y la asocio a buenos momentos pero nunca la he vuelto a echar de menos desde entonces.
Decido dormir más, lo fácil pero a la vez imposible porque doy vueltas en la cama hasta que el deseo pasa a convertirse en necesidad. Si no la escucho no estaré tranquila.
Después de buscarla arrasando todo lo que me impide el paso hasta ella doy al play.
La repito, la vuelvo a repetir. Elijo el modo repetir uno.
Cuando llevo unas diez veces alucinando con sus perfectos matices me doy cuenta que ya no es normal
. Algo no funciona como siempre. Se avecina un día en el que reinará la hipersensibilidad.
Lo más insignificante se vuelve ineludible. Podría quedarme mirando las musarañas durante horas. Necesito hacerle fotos a todo porque todo es magnífico, genial en su exactitud o su defecto.
Como si nada supiera de este mundo me veo envuelta en mil colores, olores, texturas. Es fugaz, no es un sueño y es peligroso, al igual que lo bueno se eleva exponencialmente lo malo toca fondo.

Ser tan receptivo a todo implica inestabilidad total. La crueldad abruma y todo lo arrasa. La carcajada y el llanto se mezclan de forma conciliadora.
El insulto común duele más que cinco mil puñaladas y una sonrisa equivale al paraíso.

Esos días contados y de caprichosa aparición deberían ser libres para poder ser invertidos en bellos propósitos y po
der alejarse de lo mundanal. Dedicarlos a nutrirse de lo más variado. Y acabar agotado.
La vida sigue.

LISTEN TO: Copenhage - Vetusta Morla

1 ocurrencia(s):

Laia ha dit...

Vaya Blanca, me ha encantado :)




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