Amarillo limón

Todos al llegar al mundo recibimos unos cuantos globos, sí, de esos de helio.
Son de vivos colores.

Son hermosos.
Según el azar te tocan más o menos, vistosos o no,

pero siempre rellenitos de helio.
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Con el paso del tiempo tus globos van variando:
Unos aumentan en tamaño, otros se pinchan,
a otros se les rompe el hilo que los sujeta y … los pierdes,
Otros sin querer se te escapan, algunos los regalas. Otros sueltan su preciado contenido.
Algunos sin saber como pierden su virtud inicial de flotar en el aire y caen pesados.
A veces si saltas a tiempo puedes coger algunos al viento...
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Hoy me he dado cuenta que me han regalado uno: Amarillo limón, precioso, no se cuanto tiempo lo tengo pero estoy encantada con él.
Mi globo verde esmeralda (que llevaba un tiempo con poco aire) cada semana adquiere cuerpo.
Lástima que, tal día como hoy, aquél que todos mis cuidados obtuvo haya perdido todo el helio que contenía. Yo no suelto los globos, pero futuro no le veo…

Puedo afirmar que estoy contenta cuál niño pequeño con ellos.

En estado de shock quedé 6 meses atrás cuando un brillante globo azul se desató de mi mano.
Luchó contra el viento, pero solamente pude contemplar su vuelo hasta fundirse en el azul.
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Se cuenta que algunos afortunados reúnen los globos clave y consiguen emprender el vuelo.